“Primero me enamoré de la música de Gilardo Gilardi; después estudié su vida y me enamoré de su persona, por su autenticidad, por su compromiso. Fue fundador de la Sociedad Amerindia. Viajaba mucho porque sostenía que el crecimiento auténtico venía del interior. Por eso su música está cargada de danzas de las distintas regiones argentinas, y muchas son del NOA. Era gran amigo de Ricardo Rojas, de Alfonsina Storni, de Leopoldo Lugones. Llegó a ocupar cargos públicos nacionales desde el autodidactismo; los ocupó por méritos ya que no tenía títulos académicos. Fue uno de los pocos músicos importantes que no se fue del país. Sin embargo gran parte de su obra sinfónica y de películas llegó al exterior y se estrenó en el exterior. Los latinoamericanos, y sobre todo los argentinos, somos injustos y dejamos en el olvido a las grandes figuras. Esta es mi forma de rendirle homenaje”.
La pasión de Patricia Espert por difundir el patrimonio musical nacional hace foco, con una investigación de diez años, y saca del olvido la obra del músico argentino Gilardo Gilardi.
Con De Marinis
Este año la investigación tomó forma de libro, impulsada por una autoridad como Dora de Marinis, su directora de tesis. “La música para piano de Gilardo Gilardi” ya fue presentado en la Feria del Libro, en Buenos Aires, y en la Facultad de Artes de la UNT. Patricia Espert es pianista, docente e investigadora, a esta altura, especialista en Gilardo Gilardi, y presenta su obra en LA GACETA.
En el devenir de su estudio Espert descubrió tal cantidad de obras que se decidió a armar el primer catálogo completo.
Se trata de 170 obras de todos los géneros. La metodología de ordenamiento ha seguido el criterio de Ana María Mondolo (UCA-UNA): música escénica, de películas, orquestal, de cámara, para coro, etc. También hay material teórico, para estudiosos.
Por ejemplo, está la música de “Los isleros” (con Tita Merello, de Arturo García Buhr) que ganó varios premios, así como “Éramos seis”, “Tres hombres del río”. Hay óperas estrenadas y premiadas afuera, como “La leyenda del Urutaú”, “Ollantay”. “El gaucho con botas nuevas” es una de las obras más conocidas.. Gilardi escribió música para voz: tiene varios ciclos con más de 50 canciones y música de cámara con piano.
“Yo me encargo de difundir, como intérprete, las canciones y las obras para escuelas”, afirma Espert, ya que el foco del libro es la música para piano, de la que no había nada editado. En el último capítulo aborda el catálogo para piano y el análisis de cada una de las obras.
Del archivo familiar
“Armé un catálogo hipotético, en base a la biografía. Al comienzo encontré sólo ocho obras, de las cuales sólo tres estaban editadas: eran ‘Cantares de un cantar’, ‘Tango’ y ‘Preludios unitónicos’. Me aboqué a buscarlas y aparecieron en el archivo familiar. Son obras preciosas, con distintas estéticas, distintos estilos”, explica. Las obras están analizadas con el método de Dante Grela, a partir de las partituras manuscritas, que fueron digitalizadas con el aporte del tucumano Víctor Juárez.
Las obras publicadas comprenden el período universalista, nacionalista, y de las escuelas de últimas tendencias: atonales, neoclásicas y programáticas, y la música atonal, con la última obra para piano, la preferida de la pianista.
La música de Gilardi se puede escuchar en al final, porque el libro trae dos CD grabados en el estudio Cosentino, en Buenos Aires. El primero contiene las obras universalistas que grabó De Marinis, y el segundo, las que grabó Espert.
El libro “La música para piano de Gilardo Gilardi” ya está disponible en Edunt (Editorial de la UNT) y en “El Ateneo”. Además ya recibió invitaciones: en 2017 lo presentarán en el Conservatorio Gilardo Gilardi, en Buenos Aires.
“Sobre todo, está el compromiso para tocar en conciertos su repertorio, junto al Grupo Identidad (canto y piano) y para piano solo. Haremos conciertos con Dora de Marinis en Tucumán y en Buenos Aires”, anuncia la investigadora.
Contagiar a los músicos
“El objetivo es difundir la música, que se escuche, que se conozca; ponerla al alcance del público -concluye Espert-. Y a los músicos, que nos contagiemos de lo nuestro porque nuestra identidad tiene particularidades que hacen que no pongamos en valor nuestro patrimonio, porque no es fácil conseguir las partituras. La tarea es contagiarnos: como intérpretes, seleccionar repertorio, estudiarlo, ver lo que representa, porque los compositores cuando crean no lo hacen porque sí, hay una gran profundidad en la génesis de cada obra, y no es sólo leer notas. Hay que llegar a la esencia, al espíritu, y buscar los sonidos adecuados, desde la interpretación, para encantar, para conectar al público con el compositor. El intérprete es el medio, nada más que una herramienta. Si logramos emocionar, logramos materializar la emoción que puso el compositor, esa es la misión. El escenario es un altar de los artistas. La sala de estudio o de ensayo es el laboratorio, donde se internaliza la obra, a quererla”.
Músico pionero
La mezcla entre lo clásico y el folclore
Autor de una música exquisita, Gilardo Gilardi (1889-1963) fue un gran compositor, pianista y director de orquesta argentino, pionero en mezclar la música clásica con el folclore argentino. Fue fundador del Grupo Renovación, integrado por los grandes que gestaron la identidad musical nacional: Juan Carlos Paz, José María Castro, Jacobo Ficher y Luis Gianneo.
Otro grande
Las canciones de Carlos Guastavino
Este año la pianista Silvina Mansilla, experta en Carlos Guastavino, grabó el primer registro de “Quince canciones para canto y piano”, compuestas por este creador, para la difusión de las historias de los próceres en las escuelas. Lo grabó el Canal Digital de la UNT y está en etapa de posproducción. Este material va a tener alcance nacional a través de las universidades y se prevé un curso sobre las canciones.